Elisa Hernández: marcar la diferencia en cada comunidad que visita

Elisa Hernández, ATC Semilla Nueva, visita a campesinos en Chahal, Alta Verapaz.

Elisa inspecciona un campo recién plantado en Quiché.

Elisa Hernández, una de los 10 Asesores Técnicos Comerciales de Semilla Nueva, es una apasionada de su trabajo. "Cada año trabajo con más de 400 familias de pequeños agricultores que pueden transformar sus vidas utilizando nuestras semillas.dice.

Los ATC de Semilla Nueva son cruciales para extender el uso de semillas bioenriquecidas en Guatemala. Asignados a distintas partes del país, promueven las semillas bioenriquecidas, establecen parcelas de demostración y prestan asistencia técnica a los pequeños cultivadores de maíz. Son el principal vínculo de Semilla Nueva con los agricultores a los que servimos.

Elisa es responsable de las regiones norteñas de Ixcán, Quiché, Sayaxché y Petén. Este mes está trabajando con 40 familias, realizando visitas domiciliarias, explicando las ventajas de nuestras semillas y ayudando a los agricultores a mejorar sus cosechas. "Cada vez que vuelvo a una comunidad, es muy gratificante ver que cada vez más agricultores plantan nuestras semillas", explica.

Una de las experiencias más memorables de Elisa fue con Gerson Túnchez en la aldea de Las Muñecas en Ixcán, Quiché. Gerson, su mujer y sus dos hijos vivían en una habitación con suelo de tierra y paredes construidas con palos y barro. Elisa recuerda: "Gerson dependía de los ingresos de trabajos ocasionales en su comunidad y tenía dificultades para mantener a su familia. Pero el año pasado recibió semillas donadas por Semilla Nueva y cosechó lo suficiente para generar unos ingresos de casi $960.". Utilizó este dinero para comprar madera y cemento para mejorar su casa y ahorró lo suficiente para comprar semillas para esta temporada de siembra. Está agradecido por nuestro apoyo y espera otra cosecha exitosa".

En Guatemala, no es habitual ver a mujeres trabajando en la agricultura. Cuando se le pregunta por su decisión de estudiar agricultura y convertirse en ATC, Elisa explica: "Vengo de una familia de mujeres que me han enseñado que todo es posible. Mi madre siempre nos animó a romper los estereotipos y el machismo al que se enfrentan las mujeres en este país." Elisa cree que las mujeres profesionales tienen mucho que aportar al sector agrícola y desea que sean más las que se dediquen a carreras afines.. "Mi mensaje es siempre: si yo puedo hacerlo, tú también puedes".

"Me encanta todo lo que conlleva ser ATC: levantarme antes del amanecer, el trabajo duro, el olor de la tierra, los hermosos campos plantados por los agricultores con los que trabajo y las relaciones que entablo con tantas familias. Me llena de satisfacción saber que puedo marcar la diferencia en cada comunidad que visito."

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